viernes, 28 de septiembre de 2012

Foro-proyección y Z-Cafés

El foro-proyección de ayer estuvo bien. Aunque la asistencia fue poca como en todo evento cultural de este tipo, hubo participación en el foro después de la proyección.
Agradecemos a Miguel y su Teatro de la Sensación su colaboración sin la cual no hubiera sido posible el evento.

También hemos propuesto en el Gugel grup de C.R. los Z-Cafés, que son lugares y momentos para iniciar los contactos previos al activismo. En estos Z-Cafés ofrecen la posibilidad de conocer activistas, informarse de cualquier aspecto del MZ o EBR, también de charlar sin implicación alguna.

Pareciera que es una obligación sentir interés por la EBR. Con cortesía y respeto puedes plantear lo que quieras aunque no te interese el activismo o cualquier otra cosa que hagamos.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Consejos Populares

La entrada anterior trataba sobre consejos populares. Es una manera participativa directa de implicarse en la sociedad a través de reuniones en las que se somete a escrutinio público las decisiones que toman algunas instituciones de forma unilateral. Es una forma de Open-Source o de Código Abierto aplicado a las instituciones. Es evidente que a muchas decisiones se llega gracias al conocimiento científico, como qué material utilizar para ciertas construcciones sabiendo los kilos o presión que soportan, pero también es evidente que a muchas otras decisiones no se llega: se toman interesadamente, como que algunos privilegiados decidan sus sueldos, primas, leyes, etc

Para crear los consejos populares son necesarias al menos estas características en la ciudadanía: espíritu crítico, que conlleva dudar y cuestionar lo establecido. Organización colectiva, pues no se puede hacer individualmente y quizá no sea el ciberespacio el lugar más adecuado todavía. Y valor o educación democrática: el sistema criminaliza y ningunea a quien hace uso de sus derechos, pero los consejos populares van más allá de reivindicar derechos hacia ser protagonistas activos de nuestra sociedad.

Incluso personas no cualificadas (como niños de 5 años) pueden aportar simplemente cuestionando. ¿Porqué esto se hace así? Las instituciones no nos ofrecerán la oportunidad de participar junto a ellas, pues sus intereses son egoístas y aislados. Son los ciudadanos quienes deben presionar con constancia a gobiernos e instituciones menores como hospitales, institutos, ejércitos y otras para que les quede claro que la ciudadanía exige participación en la toma de decisiones que nos afecta a todos.

Que los ciudadanos mostremos voluntad de participar en la sociedad se debe a que el rumbo y entendimientos de las instituciones no sólo son obsoletos, sino que no tienen relación alguna con la realidad y además, lejos de educar adecuadamente a la sociedad, la adoctrinan en los valores culturales que egoístamente les interesan para perpetuar su dominio e influencia.

Estos consejos pueden ser el principio de una Economía Basada en Recursos, y a priori, fomentar la transición de un modelo demente a otro racional. Redefiniendo la economía y sociedad hacia una nueva cultura de paz y abundancia.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Parar el mundo, para tomar nuevo rumbo

Si queremos sobrevivir como especie necesitamos cambiar drásticamente nuestro rumbo global. Algunas instituciones se mantienen intactas debido a la costumbre (inmovilismo social e intelectual), víctimas del ambiente cultural. Se pueden hacer consejos populares que supervisen los protocolos de funcionamiento de estas instituciones. Para ello es necesario absoluta transparencia y razón: cuando una persona cuestione porqué un estándar es de tal manera, los profesionales deben demostrar su eficacia y utilidad o sustituírlo por algo mejor.
En lo relativo a la toma de decisiones los estándares brillan por su ausencia: la gran mayoría de las decisiones las toman personas poco cualificadas en puestos de gran poder e influencia.
Otro día desarrollaré el proyecto de los consejos populares, pero vienen a ser grupos de ciudadanos pensantes y comprometidos con su comunidad (no necesariamente activistas de algún movimiento) que quieren formar parte de la toma de decisiones de su entorno. Se organizan reuniones informativas sobre el funcionamiento de cada institución, de manera que se participa activamente en la resolución rutinaria de problemas de forma masiva y con inteligencia colectiva. Las ventajas son innumerables: mayor escrutinio de problemas, mayor cantidad y calidad de soluciones propuestas, mayor conocimiento de tu comunidad y sus instituciones, lo que conlleva comprensión de la sociedad.
Desafortunadamente, para que estas comisiones o consejos populares se dieran, se necesitan ciudadanos libres de temores. Otro requisito sería detener el funcionamiento habitual de cada institución para estudiar si tomar un nuevo rumbo. Quizá después de la pausa el ente sea mucho más eficiente y está a la altura de las expectativas de una sociedad mucho más exigente.
Esta simple idea ha surgido de mi sorpresa al conocer el funcionamiento habitual de algunas instituciones, por ejemplo:
- ¿Porqué regar jardines y parques de día? Se puede automatizar el riego para que sea nocturno, cuando el sol no evapora el agua.
- ¿Porqué dar dinero público a bancos, monarquías, iglesias y ejércitos? El pueblo no necesita a estos parásitos: sólo le restan recursos, no aportan nada. El pueblo debe  gestionar sus recursos con higiene para evitar que surjan parásitos en su jardín.
-¿Porqué las instituciones todavía no son absolutamente transparentes? Deberían serlo, siempre, incondicionalmente. Todavía están a tiempo. Los boletines gubernamentales son aburridos y odiosos, no cuentan. Queremos una implementación acorde a la tecnología disponible: una página web interactiva de alta accesibilidad donde se explique y justifique cada ley y cada protocolo para fomentar una participación activa del ciudadano a través de internet.
- Lo fundamental de esta idea es que descentralizar la toma de decisiones aumenta la calidad democrática de una sociedad. Las próximas revoluciones en el mundo serán motivadas o bien por negligencias como regalar dinero a los mismos que crean el fraude mundial o bien por convertir las democracias representativas en directas, eliminando políticos parásitos y empezando a gestionar realmente las sociedades de abajo a arriba, como hace la naturaleza.

sábado, 1 de septiembre de 2012

No le importamos a los gobiernos, por eso los pueblos maduran...

Los gobiernos no cumplen sus obligaciones, son irresponsables; diría más, temerarios. No merecen nuestra confianza ni el privilegio de orientar al pueblo, liderarlo, dirigirlo o gestionarlo. Ninguna persona es tan virtuosa como para gobernar a otra sin su consentimiento, o contra su voluntad.

Los problemas a los que se enfrenta la humanidad nunca fueron políticos, sino técnicos. La política es un medio primitivo y obsoleto para tomar decisiones colectivas.

Los gobiernos sólo son una secta más, una institución egoísta más (junto con ejércitos, corporaciones, religiones y monarquías) que pretende legitimarse a golpe de agnotología (industria de la ignorancia). Sus intereses son egoístas, y querer creer lo contrario es ingenuo y peligroso.

Mi teoría es que, en la antigüedad, los gobiernos surgen porque las primitivas sociedades sedentarias ignoraban partes de la gestión y conservación de recursos y solución pacífica de conflictos, por lo que en vez de implementar tecnología con dicho fin deciden delegar estas decisiones en el gurú, gestor o patriarca (seguramente disfrutaba de los privilegios de varios roles a la vez).

Hoy sufrimos el mismo problema: la escasez. Hoy podemos superarla porque tenemos tecnología, pero la cultura económica no nos lo permite porque el fín no es el beneficio común o social, sino individual. Se ha condenado al que buscaba mejorar la sociedad (caza de brujas) y premiado al egoísta (menuda distorsión de la realidad). En las definiciones de economía (con pocas excepciones) se mencionan dos aspectos clave: gestión y recursos escasos. Es triste que ningún teórico de modelos económicos de la historia halla aspirado a superar la escasez y llegar a la abundancia. El sistema de precios (trueque, dinero, deuda, servidumbre o cualquier otra condición) no es una solución a la escasez.

Según las doctrinas políticas, la solución a la escasez es una buena gestión. Según el pensamiento crítico y científico, la solución es crear abundancia para todos mediante la tecnología.

Pero para un gobierno no tiene sentido hacer esto porque él mismo dejaría de ser relevante para su pueblo, influyente, poderoso. Las instituciones egoístas son parásitos que les surgen a las sociedades por no gestionar eficientemente sus recursos, mantener una higiene social y confiar en esa entidad virtuosa cuya actitud es la de un maltratador en cualquier sentido.

Todo esto, en sentido general. Concretando me atrevo a decir que en un sistema de precios o monetario, ningún pueblo le importa a su gobierno. Aunque son dirigidos por personas con los mismas necesidades que el resto, estas tienen una percepción estrecha de la realidad para mostrar la negligente actitud que observamos.

En conclusión: No podemos confiar en gobiernos. Necesitamos superar gobiernos donde las decisiones las tomen personas. Los pueblos del mundo estamos madurando y queremos participar de la toma de decisiones, y para ello necesitamos transparencia absoluta, acceso a toda la información que necesitemos. Así podremos hablar de rediseño global integral.