jueves, 6 de septiembre de 2012

Parar el mundo, para tomar nuevo rumbo

Si queremos sobrevivir como especie necesitamos cambiar drásticamente nuestro rumbo global. Algunas instituciones se mantienen intactas debido a la costumbre (inmovilismo social e intelectual), víctimas del ambiente cultural. Se pueden hacer consejos populares que supervisen los protocolos de funcionamiento de estas instituciones. Para ello es necesario absoluta transparencia y razón: cuando una persona cuestione porqué un estándar es de tal manera, los profesionales deben demostrar su eficacia y utilidad o sustituírlo por algo mejor.
En lo relativo a la toma de decisiones los estándares brillan por su ausencia: la gran mayoría de las decisiones las toman personas poco cualificadas en puestos de gran poder e influencia.
Otro día desarrollaré el proyecto de los consejos populares, pero vienen a ser grupos de ciudadanos pensantes y comprometidos con su comunidad (no necesariamente activistas de algún movimiento) que quieren formar parte de la toma de decisiones de su entorno. Se organizan reuniones informativas sobre el funcionamiento de cada institución, de manera que se participa activamente en la resolución rutinaria de problemas de forma masiva y con inteligencia colectiva. Las ventajas son innumerables: mayor escrutinio de problemas, mayor cantidad y calidad de soluciones propuestas, mayor conocimiento de tu comunidad y sus instituciones, lo que conlleva comprensión de la sociedad.
Desafortunadamente, para que estas comisiones o consejos populares se dieran, se necesitan ciudadanos libres de temores. Otro requisito sería detener el funcionamiento habitual de cada institución para estudiar si tomar un nuevo rumbo. Quizá después de la pausa el ente sea mucho más eficiente y está a la altura de las expectativas de una sociedad mucho más exigente.
Esta simple idea ha surgido de mi sorpresa al conocer el funcionamiento habitual de algunas instituciones, por ejemplo:
- ¿Porqué regar jardines y parques de día? Se puede automatizar el riego para que sea nocturno, cuando el sol no evapora el agua.
- ¿Porqué dar dinero público a bancos, monarquías, iglesias y ejércitos? El pueblo no necesita a estos parásitos: sólo le restan recursos, no aportan nada. El pueblo debe  gestionar sus recursos con higiene para evitar que surjan parásitos en su jardín.
-¿Porqué las instituciones todavía no son absolutamente transparentes? Deberían serlo, siempre, incondicionalmente. Todavía están a tiempo. Los boletines gubernamentales son aburridos y odiosos, no cuentan. Queremos una implementación acorde a la tecnología disponible: una página web interactiva de alta accesibilidad donde se explique y justifique cada ley y cada protocolo para fomentar una participación activa del ciudadano a través de internet.
- Lo fundamental de esta idea es que descentralizar la toma de decisiones aumenta la calidad democrática de una sociedad. Las próximas revoluciones en el mundo serán motivadas o bien por negligencias como regalar dinero a los mismos que crean el fraude mundial o bien por convertir las democracias representativas en directas, eliminando políticos parásitos y empezando a gestionar realmente las sociedades de abajo a arriba, como hace la naturaleza.

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